Los amigos ya no se cuentan con una mano , ahora ya es con media.

Las cosas cambian. Los ciclos se cierran. Termina, Simplemente hay cosas que se van. Se van y punto. Y ya no están. Y no hay más. Todo lo que parecía ser antes ahora ya no es y mañana igual es menos. Pero, aunque las cosas cambien, a mi me sigue gustando el helado de chocolate. Me sigo poniendo nerviosa cuando veo a ese chico por el que me muero hace años. Sigo yendo al mismo sitio todos los viernes. Sigo teniendo esas cosas. Esas que me encantan. Las que me vuelven loca. Aunque puede que ahora me gusten más todavía. Me encantan tus sonrisas. Y me encantan los domingos por la tarde. La lluvia. El olor a café y tostadas. Alcanzar los trenes que se escapan. Me encanta estar enamorada. Y, pese a que ya no me pase horas delante de la televisión sigo siendo la misma que era. Con algún fracaso encima. Pero la misma. La misma que no piensa echar de menos a esa gente. Esa de lo que parecía y no és.

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